Bob Dylan, el músico que seguramente resume mejor que ningún otro la sensibilidad de una generación -la de la guerra del Vietnam- protagoniza este mes un documental de la BBC, dirigido por su compatriota Martin Scorsese, además de una exposición y un ciclo de cine en la capital británica.
El autor de «Like a Rolling Stone», a sus 64 años de edad, ha sido incluso propuesto una vez más para el próximo Nobel de literatura, algo que viene ocurriendo desde 1997.
El gran poeta de la Generación Beat, Allen Ginsberg (autor de Alarido), ya fallecido, calificó a Dylan como un «importante bardo americano del siglo XX, cuyos textos han influido a muchas generaciones en todo el mundo, lo que le hace acreedor del premio Nobel».
En espera de lo que pueda decidir la Academia Sueca el próximo octubre, la emisora pública británica, BBC, emite el lunes y martes de la semana que comienza el documental de Scorsese en dos partes titulado No direction home – Bob Dylan (Sin dirección a casa).
Por su parte, el National Film Theatre, de Londres, ofrece un ciclo de cine relacionado con el cantautor mientras que una galería de esta capital presenta una exposición de fotografías poco conocidas y se publica en edición de bolsillo su autobiografía Crónicas.
El filme de Scorsese, parte central del programa, presenta al fascinante itinerario del joven Dylan desde sus comienzos como un frágil muchacho del Midwest (Medio Oeste) amante del rock`n`roll hasta su llegada con fuerza al mundo de la música folk, apadrinado por el gran Woody Guthrie.
Scorsese hace un fascinante montaje a base de entrevistas, grabaciones de distintas actuaciones, entre ellas una de 1959 en la que Dylan canta con sus compañeros de colegio «When I Get Trouble» y que tal vez sea la primera canción original grabada por el músico.
Dylan relata de viva voz cómo se sintió atraído por la música folk mientras la acción se traslada desde Minnesota al bohemio Greenwich Village, de Nueva York, y aparecen personajes como la cantante Joan Baez, que fue unos años su compañera, o el citado Ginsberg.
La segunda parte muestra ya a un Dylan capaz de llenar el auditorio del Carnegie Hall neoyorquino, pero disgustado de las expectativas que despierta tanto en la izquierda pacifista como en sus admiradores.
En su recorrido intelectual, emocional y musical por el complejo mundo de Dylan, Scorsese muestra a un Dylan celoso de su independencia de creador y resistente al mínimo intento de encasillarle en una corriente o un movimiento o de atribuirles papeles políticos con los que de ninguna manera se identifica.
Scorsese ha incluido en el documental el célebre concierto que dio el músico en el auditorio de la Free Trade Hall de Mánchester (Inglaterra) el 17 de mayo de 1966.
Era la primera vez que Dylan se presentaba en estas islas con una guitarra eléctrica, en lugar de la tradicional guitarra acústica, y con su banda The Hawks.
Dylan había ya publicado antes de esa gira cinco discos sencillos -entre ellos Like a Rolling Stone- y un álbum con sonido eléctrico, pero sus fans británicos recordaban al Dylan que habían visto y escuchado un año antes acompañado sólo del instrumento tradicional.
En medio de aquel concierto, un admirador defraudado lanzó de pronto contra el cantante un grito de «Judas», que ha pasado a la historia del «rock`n`roll».
El músico se quedó atónito en un primer momento por lo inesperado de aquel grito, con el que se solidarizó una parte de la audiencia, que se había sentido igualmente traicionada por el «nuevo» Dylan.
Superado su estupor, Dylan le gritó al alborotador: «No te creo. Eres un mentiroso», mientras daba instrucciones a su banda para que tocaran con toda la fuerza posible el número final del concierto «Like a Rolling Stone».
Un presentador de radio británico llamado Andy Kershaw, obsesionado por aquel grito desde la primera vez que lo oyó, se dedicó a buscar a su autor hasta descubrirlo años después en la persona de John Cordwell, un ex estudiante de derecho, que le explicó el motivo de su vieja desazón
Tomado de esmas.com