Según testigos, los asistentes fueron empujados, apretujados y aplastados por un grupo de fanáticos del cantante.
Alan Etter, portavoz del Departamento de Bomberos de Washington, informó que la mayoría de las heridas de los espectadores no eran de gravedad pero un hombre sufrió un ataque cardíaco tuvo que ser atendido en el lugar.
Pasados 10 minutos, la actuación continuo una vez restablecido el orden en lo que pudo ser una tragedia.