Las mil cien boletas que se pusieron a la venta se agotaron en menos de veinte minutos el 21 de octubre, lo que llevó a que las boletas adquirieran valores de hasta mil dolares.
El concierto se abrió con «Cherub Rock» y fue poco lo que Billy Corgan, vocalista de la banda, habló entre canción y canción. Tal vez su frase más sincera fue cuando le dijo al auditorio algo que ya todos sabían:
«Bienvenidos… bienvenidos… bienvenidos al último suspiro de los Smashing Pumpkins».